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  • Foto del escritorLa Soledad del Líder

El dilema del mantenimiento

Actualizado: 11 abr

Paredes y muebles bien pintados, pisos impecables, luminarias que encandilan, vidrios transparentes, maquinarias enteras y totalmente funcionantes, humedad inexistente, vehículos que se "deslizan" sobre el asfalto, los equipos de climatización una maravilla, entre otras, son todas características de un emprendimiento nuevo o bien de un lugar de trabajo donde la cultura de mantenimiento corre por las venas del propietario/a.



Lamentablemente hablamos de una cultura que no nos pertenece. Nosotros, en líneas generales, tenemos una visión cortoplacista, donde pareciera que las cosas deben producir para nosotros incansablemente y hasta que el activo diga “¡basta!”, “hasta aquí llegué”. Y ahí nos despertamos, vemos la situación, pero lamentablemente ya es muy tarde, el volumen de lo que debemos arreglar es tanto, miramos nuestro flujo de caja, y el gasto que hay que hacer no calza, empezamos a culpar a todo: que el país está mal, que no hay ventas, que no consigo los colaboradores adecuados, etc.


En ese momento no nos queda otra que priorizar el mantenimiento, obviamente nos ocuparemos de lo indispensable, y de pronto nos olvidamos que al principio soñábamos con unas instalaciones completamente atendidas, no solo priorizando a unos pocos privilegiados del activo total de la empresa.


Por lo tanto, es fundamental adoptar una mentalidad de mantenimiento preventivo, en lugar de reaccionar solo cuando las cosas se descomponen. La inversión en el mantenimiento regular puede parecer costosa al principio, pero a largo plazo puede ahorrar costos y evitar interrupciones en las operaciones de la empresa. Además, el mantenimiento preventivo puede mejorar la vida útil de tus activos, optimizar la productividad y reducir los riesgos de seguridad. Así, la cultura del mantenimiento se convierte en una inversión que beneficia a toda la organización.


También es fundamental poder contar con un sistema que nos permita relevar todo el activo de manera ágil y que podamos visualizar de manera cronológica las tareas que hemos realizado. Realizar comprobaciones y tareas de mantenimiento puede ser una tarea tediosa, pero se pueden evitar todas las molestias con la solución digital adecuada.


Con SafetyCulture puedes programar inspecciones regulares, asignar tareas a los miembros del equipo y documentar todo el proceso de mantenimiento. Este enfoque proactivo no solo mantiene tus activos en buen estado, sino que también mejora la eficiencia operativa.


Por lo tanto, la adopción de una sólida cultura de mantenimiento no es solo una opción, sino una necesidad para cualquier empresa que busque la eficiencia y la sostenibilidad a largo plazo. Con la mentalidad y las herramientas adecuadas, puedes asegurarte de que tus activos sigan funcionando al máximo rendimiento, garantizando así la productividad y el éxito de tu empresa.




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